Un año más las túnicas cofrades


Ya están listas y colgadas, planchadas y preparadas esperando que llegue el día y la hora.
Ya se sacaron los dobladillos y se compraron los nuevos espartos que con los años se quedarón estrechos.
Ya se ha limpiado la plata vieja de las hebillas de las manoletinas y cosido los escudos bordados de las capas que cuelgan ya con sus tiradores.
Ya se han sacado las papeletas de sitio de toda la familia y nos hemos mirado al espejo con el antifaz puesto.
Este año, como todos los años, hay pequeñas túnicas nuevas y otras... que ya no están ni en los altillos.
Este año volveremos a estar pendientes de querer ver al primer nazareno por la calle, al igual que miraremos al cielo nada más levantarnos cuando amanezca un nuevo Domingo de Ramos.
Un revuelo de mariposas  sentiremos cuando ya la suerte está echada y de nuevo volveremos a ser otros, a no ser nosotros mismos.
Por unas horas seremos ese nazareno que los demás verán y que parece que no siente, que no oye, que no es nadie.
Nadie ante los ojos de los demás, pero es cuando se es más uno mismo, solo, sólo ante Dios. Revestidos de la mayor dignidad que podemos llegar a ser: ser nazareno.
La túnica es la forma, la cofradía el medio, nazareno se puede ser solamente un día al año.

Feliz Semana Santa 2011