Las túnicas de cola.

La tristemente desaparecida Hermandad del Sto. Crucifijo de San Agustín
Aquellas consistentes en una larga vestidura que se prolonga por su parte posterior, de manera pseudo-triangular, siendo este aditamento el que llamamos "cola". Algunas hermandades (la mayoría), entre las que visten dicho hábito, han optado por "recoger la cola" con el esparto, esto es, pasarlo por el interior del cinturón de esparto trenzado (o, en algunos casos, cíngulo), mientras que otras (muy pocas) prefieren mantener el modelo original y la sostienen con uno de los antebrazos (siempre el opuesto al brazo que porta el cirio, vara o insignia). En este punto hemos de señalar que desde las primeras décadas del presente siglo y hasta hace, relativamente, poco tiempo, sólo la Cofradía de la Hermandad de "El Calvario" continuó siguiendo el estilo tradicional (recoger "la cola" sobre el antebrazo),  si  bien  hoy  en  día  son   algunas más las que han recuperado estas formas.
Debemos recordar que, en origen, "las colas" eran portadas de esta última manera, en el transcurso de la procesión penitente ("la cofradía", según la terminología sevillana) y durante el tránsito por las naves catedralicias (meta y final de la "Carrera Oficial"), quedaban sueltas, en señal de duelo por La Pasión y Muerte del Redentor, algo que no se realiza en nuestros días, quizás, porque debido al gran incremento del número de nazarenos (hermanos que integran la cofradía) experimentado por nuestras hermandades, ello comportaría un excesivo alargamiento del cortejo, con los inconvenientes anejos de tiempo y espacio.

Extraido del artículo: “La Capa y su incorporación al atuendo cofrade en la Semana Santa Sevillana”.  José Mª Rodríguez R.




Fotografía de su paso de salida.

Para ilustrar este texto de J.M. Rodríguez R. he querido hacerle hueco a una de las túnicas desaparecidas y de las que se conservan documentos gráficos. Una túnica negra de cola con esparto y escudo blanco al pecho fue la túnica de la cofradía que veneraba a la que fuera durante siglos la gran devoción de Sevilla.
Desde las túnicas cofrades hacemos un reconocimiento por todos aquellos cofrades que vistieron la túnica de San Agustín, -tal vez el abuelo de tu abuelo-, y que se fueron con su túnica de cola para presentarse ante Dios Padre, pero que en vida aportaron su granito de arena y quisieron ser eslabón de esta larga cadena para que nosotros podamos ser  hoy en día, herederos de tan magnífica Semana Santa y responsables de trasmitirla a las generaciones futuras.
O.L.O.

Última salida en 1926 de la que fuera la gran devoción de Sevilla